domingo, 12 de enero de 2014

Día cero

Finalmente,  a eso de las cinco y media me he quedado solo. Solo en este móvil home con mi gato Leoncio. Por tiempo indefinido. Tras darle muchas vueltas llegué a convencerme de que esta era, si no la única, al menos la mejor manera de atajar mi problema.

El aislamiento voluntario siempre me ha parecido una práctica muy saludable, pero por diversos motivos nunca había tenido la opción de poder realizarla. Pero quisiera el destino que se dieses todos los factores necesarios para que finalmente pudiese llevarlo a cabo. ¿Pudiera ser que, todo lo acontecido en estos meses pasados no hayan sido si no, imperceptibles movimientos de una partida de ajedrez para traerme hasta el día de hoy? Ciertamente mi creencia en un destino prefijado es limitada, pero como en todo lo relacionado a asuntos de fe, no estoy en disposición de negar ni de asegurar nada.


En cualquier caso, si esta ha sido la decisión correcta y si de este modo encontraré lo que busco, tan solo podrá decirlo el tiempo. Mañana es el gran día, el día uno de mi pequeña aventura personal.



0 comentarios:

Publicar un comentario